sábado, 24 de octubre de 2009
Respondiendo a "Confesiones de una Mujer Moderna"
sábado, 1 de agosto de 2009
Etiquetas
Los cool, los ñoños, los rockers,los alternativos, los games, los tristes, los geeks, los fresas, los chairos, los solitarios, los intelectuales, los dark, los de farra...Por su puesto que los amigos entran dentro de ciertos círculos, pero hablar de ellos únicamente como "mis amigos los fresas, mis cuates los pedos, mis compas los indies", sin alguna otra descripción mas que esas etiquetas, la gente pierde su individualidad. Ya no existen sus personalidades únicas de sujetos individuales, al ser nombrados con el resto de sus "similares" inician a formar parte de un catálogo que contiene una larga lista de mercancías, y éstas al frente una linda etiqueta colorida que es ahora su única presentación. Los colores y fuentes van variando dependiendo de lo que el hablante quiera vender a su público oyente.
Claro que yo tengo diferentes nombres para los agrupamientos de todas las personas que tengo en mi vida, de no ser así en cada ocasión hablara con alguien nuevo tardaría eternidades explicando las historias de cada uno mis allegados. Suelo referirme a las personas por el origen de nuestra conociencia y no por las descripciones que pueden encajonarse en términos ya establecidos. Los humanistas son aquellos que conocí en la carrera pero que no necesariamente sean mis compañeros de licenciatura en Humanidades, ya que muchos son historiadores del arte, comunicólogos, biólgos, artistas plásticos, psicólgos, diseñadores. Fuera de eso no siento la necesidad de llamar a mis amigos como: los rockers, los activistas, los rojos, los verdes.....
Busco no marcar a mis amigos con una etiqueta ya que ni yo misma no creo estar definida bajo ninguna categoría. Han habido personas que me han pensado desde conformista pasando por hippie, ñoña, comunista, fresa, verde, rocker-punk-ska, alternativa y terminando machorra. Lo que es de hecho es que simultaneamente soy y no soy toda y ninguna de esas categorías. Elementos dentro de esas etiquetas y categorías se pueden aplicar a mi personalidad y a las de tantas otras personas, pero son meras particularidades que forman parte de un pastiche mucho mayor que no puede ni jamás será parte de una unidad cerrada ni conformada por completo. Existe una constante transformación y reacomodo de la infinidad de particularidades de todos los individuos.
En la búsqueda de la configuración del proprio ser individual, me parece limitante la actitud de aquellos que buscan definirse completamente en alguna de las categorías ya existentes. Como es el caso de aquellos que manifiestan su orgullo de fresas por el hecho de comprar constantemente mercancías de marca. -¿Soy más o menos fresa si me gusta algo que no es de marca renombrada? ¿y qué pasa si me encuentro con un atuendo f-a-b-u-l-o-s-o pero es del supermercado?- Estas preguntas las he oído salir de personas que las consideran verdaderas dudas ideológicas, y el problema es debido a que sus verdaderos sentimientos no hacen congruencia con la categoría a la que deben o creen que deben pertenecer. Salirnos de esos cajones donde viene ya viene todo marcado, dejar en bases unitarias, en plataformas únicas y darnos la oportunidad de poder experimentar mezclando elementos de diferentes etiquetas y dar paso así a la producción de nuevas subjetividades...ampliar los horizontes y no sólo considerar como que existe un sólo horizonte hacia el cual todos debemos desarrollar.
martes, 14 de julio de 2009
Respondiendo: El ex-novio Lacra
Su teoría no es mala, mas no me parece que sea un gran descubrimiento en relaciones de pareja. No es nada que no se nos haya mostrado mostrado antes en alguna teen-movie, una novela comprada en el super, un libro de autoayuda, alguna experiencia de algún amig@/conocido@ o en el caso más directo, la experiencia personal.
Debo agradecer a Tlaloc (único y verdadero dios) que jamás me he encontrado en la situación de tener un ex-Lacra. Cierto es que no todos los chicos con los que he salido han sido los mejores, pero esa situación en específico no me ha sucedido y espero no me suceda (la considero demasiado desgastante y multiplicadora de entes). Sin embargo, fuera de que si he sufrido o no por algún lacra, la entrada de la Lic más que nada me puso a pensar en lo siguiente: ¿Qué tipo de ex-novia hemos sido las mujeres que tanto nos quejamos de aquellos que son tan -hijosdeputa-? Estoy muy de acuerdo que sí hay cabrones muy hijosdeputa, pero no puede residir la culpa únicamente sobre ellos. No podemos seguir echando pestes sobre ellos y deslindándonos de toda responsabilidad.
Durante mi último viaje en avión me eché la peli "He's Just Not That into You". Peli que obviamente es una comedia-romántica palomera y que a pesar de que su final es más que obvio (al igual que el 99.99% de las pelis del mismo género, pero que aún así me gustan ver) tiene elementos que se pueden rescatar para responder un tanto mi cuestionamiento sobre el tipo de ex-novia que uno se puede considerar.
Dentro de los diferentes momentos de la peli se introducen leyendas como: He doesn't plan in advance. Es decir: He's not that into you if he doesn't plan in advance. (Él no está tan interesado si no hace planes con anticipación). Esto no quiere decir que al compa no le interesas si no hace planes para pasar juntos Navidad o sus vacaciones, sino a que no le interesas cuando no hace planes para verte, salir, comunicarse contigo, etc. Pero no son estas leyendas las que capturaron mi interés (para ver nota completa sobre la lista de 10 motivos) sino un monólogo que se echa una chica tras la introducción del segundo apartado en la peli: He only answers when he doesn't know it's you (en cristiando mexicano viene a ser: nomás contensta cuando no sabe que eres tú).
La chica suelta su indignación hacia el creador del identificador de llamadas. Le parece absurdo que se haya creado tal servicio por que uno al contestar sabrá quien se encuentra del otro lado de la línea. Conforme avanza su desagrado la velocidad y tono de su voz aumentan diciendo que ella tiene derecho a su privacidad y a que otros no sepan que es ella quien llama, ya que se encuentra en su derecho de llamar a quien ella le plazca. No deja pasar por alto el hecho que: si la persona a quien llama no contesta a sus llamadas, ella sabe que está en su completo, total y absoluto derecho de llamar en intervalos de 15 minutos hasta que esta persona conteste a su llamado.
Quien haya visto la peli tendrá más clara esta imagen que con la burda descripción que acabo de dar; pero lo que no quiero dejar pasar como desapercibido es la irrealidad en la que está enrrolado ese personaje. Ella no dejará de atosigar al chico hasta que éste responda, o bueno al menos lo dejará de atosigar telefónicamente. Si él no le deja en claro que no está interesando en ella, ella persistirá con las llamadas, los encuentros casuales, correos, encuentros no tan casuales.... en fin tantas situaciones que, honestamente, me da weba pensar, imaginar, hacer encuesta, para enumerar toda la bola de sandeces. El problema es que he visto personas comportarse así, el personaje dista de ser irreal.
Ese monólogo desesperado no dejó de dar vueltas en mi mente porque lamentablemente no me pareció irreal ni exagerado. Honestamente puedo decir que yo jamás haya hecho algo similar. Vaya los años de la pubertad hacen que uno haga cosas realmente ridículas y desesperadas. Sin embargo, sabía que estaba siendo una molestia para el chico en cuestión -de aquel entonces- y que lo que estaba haciendo era un acto desesperado. Pero pues es que en verdad estaba yo en desesperación, o como bien dice mi heroína Carmen Consoli: en estado de necesidad. Pero lo triste de todo esto que con los años he llegado a encontrarme a más de cinco de mis amigas haciendo ese "ritual" de las llamadas incesantes, así como el ritual de la observación penetrante al teléfono y/o celular.
El caso de las llamadas incesantes es tan sólo un caso de lo que podemos llegar a hacer las chicas para que hartemos a los pobres cabrones (sean o no hijosdeputa), y para que no queden dudas vean la peli How to Loose a Guy in Ten Days. Como dice la protagonista : "esto será como una guía de lo que no hay que hacer." No creo que haya verdaderas reglas para tener una relación más o menos exitosa, pero sí creo en que hay ciertos comportamientos que molestan a todo tipo de personas sin importar su género.
Es por esto mismo que no dejo de lanzarme a preguntar ¿qué tipo de ex-novia somos? ¡Pobres de los cabrones que les tocó alguna de esas pyschos-acosadoras perenes! Aquellos que sí vivieron la experiencia de alguna de ellas seguramente no era un cabrón hijodeputa sino ¡hasta que se topó con alguna de estas! Estoy segura de no ser La Ex-Psycho, pero tampoco soy LaDulceLaura (bueno sí lo soy pero con todo el peso del sarcasmo que pueda haber). Hasta ahora, a mis 25 años y con unas cuantas relaciones atrás -unas más buenas que otras pero sin duda alguna todas bien vividas-, después de largas horas, días, semanas y meses de autoanálisis y colaboración de personas que me rodean y aman; he llegado a la conclusión creo que soy La Ex-Alcahueta.
Ahora bien, al decir la Ex-Alcahueta me refiero a lo siguiente: soy aquella que al alejarse tanto de ser la novia psycho o la ex-psycho, se deja y aguanta muchas cosas; todo en nombre del bienestar de la relación y con el fin de no crear conflictos innecesarios. Es aquí donde bien entran dos de mis tres reglas de vida: "no a la multiplicación de entes" y aquella de "jamás juntar la chinga con el sufrimiento". Pero como dicen mis semi-paisanos yucatecos "todo exceso es mucho", y alcahuetear me ha llevado a sumar la tercera regla de mi vida: "Aprender cuesta y lo pendejo se paga". Vaya que la he pagado y caro, pero sin duda es mucho más lo que he recibido en mis lecciones.
En mi afán por ser la novia-Chabelo (amiga de todos los niños) hablando del modo más derecho y directo, para así llegar a lo que yo considero el equilibrio entre los género termino encontrándome en situaciones de desventaja. No se me dificulta para nada el hecho de dar. Dar interés, tiempo, ayuda, apoyo, etc. para mi no es difícil cuando es alguien que aprecio; y aunque han habido aquellos que en vez de notar ese dar, se aprovechan y terminan absorbiéndolo todo, no he perdido ese gusto por compartir mi personas con otros.
Me he encontrado en situaciones donde termino más seca que las hojas en otoño y esto ha sido culpa mía por permitir que se aprovechen de mí y no manifestar mis desagrados en los momentos pertinentes.
En los últimos tiempos me he quejado del desencanto que siento al dar tanto...Ahora necesito encontrar un equilibrio en mis actitudes hacia otros para dejar de ser la alcahueta.
Aunque últimamente he sido diagnosticada como la Ex-Indiferente...
sábado, 11 de julio de 2009
Fobias en la cocina
Hoy decidí comprar chiles poblanos para eventualmente prepara algunas rajas acompañadas de algo más. Pues el "eventualmente" se convirtió en "más tarde ese mismo día"...
Puse tres, de mis nueve chilitos, al fuego para que se quemaran por enteritos y luego los puse a sudar en una bolsa de plástico. Tras unas horas pasadas los lavé para quitarles lo negro de las quemaduras y me dispuse a desvenarlos.
Apenas abrí el primero me invadió una sensación extrañísima, como de peli de horror, comencé a sudar frío en la nuca. Mientras abría el chile léntamente y ver todas las semillas, mi mente se congeló por completo. No podía ver otra cosa dentro de mi cabeza mas que la imagen del octavo pasajero babeando tras la oreja de Sigourney Weaver. Sentí pavor, sentía que las semillas me regresaban la mirada y no podría desperme de esa visión.
Creo que esta es la primera ocasión que me sucede una relación tan estrecha y clara entre un alimento y un personaje, más aún es la primera vez que me sucede un miedo tan grande al estar cocinando un vegetal; ya que miedo similar he experimentado al ver la cabeza de un carnero o la lengua de una vaca desplegada en su total esplendor en la cocina de alguna de mis tías.
Pero lo que me sorprende aún más, es que yo jamás he visto ninguna de las pelis de Aliens. Ni una sola y sin embargo tengo perfectamente la imagen en mi cabeza.
Aquí se las comparto
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P.D. Aun con el sudor frío y la misma imagen mientras abría el resto de los chiles, comeré unas ricas rajitas. Su acompañamiento sigue todavía sin decidirse.
sábado, 28 de junio de 2008
Emancipación
No te preocupes, ya me cansé de tratarte de complacer. El desgaste es inecesario.
No se a dónde iré a parar, lo que sí se es que no te tendré a tí como juez para decidir si es benéfico o adecuado.
Te necesité hasta cierto punto. Te hube necesitado. Ahora lo que hago es dejo atrás tu mano y que digo adiós.
domingo, 15 de junio de 2008
Es mejor tener una hija ignorante a una hija puta.
Esta es la actitud que nos inculca la sociedad actual, chulada...no?
jueves, 24 de abril de 2008
Emociones Embotelladas
¿Cuánto pagarías por saber qué es lo que sientes?
Tristeza, desesperación, coraje hacia mi misma. No se que demonios me sucede. He estado llorando toda la tarde en intervalos irregulares. Se que este llanto es debido a todo esto que tengo dentro de mi, pero que no se en verdad como explicarlo y mucho menos como manifestarlo. Hoy es uno de esos días en que estas molesto con todo el mundo pero en realidad nadie tiene la culpa. Sabes bien dentro de ti que por más que intentes culpar a alguien, no podrás hacerlo realmente ya que eres tú el único y verdadero responsable de ese extraño humor.
Pero este mal humor no sólo llegó de la nada el día de hoy y lo sé bien. Esto es el resultado del embotellamiento de pequeños males humores anteriores, a los cuales no les presté atención en su debido momento porque incluso hasta para ellos estaba demasiado ocupada.
¿Qué tanto tiempo se requiere para prestarle atención a una pequeña molestia? No hay duda que son tantas las cosas que se juntaron que sinceramente ya no se que es lo que me molesta. Ver la televisión me molesta porque en realidad no hay nada que me interese, leer me pone a pensar lo cual hace que me ponga de peor mal humor. Salir me molesta y estar dentro me molesta. Me molesta cambiarme de ropa, me molesta permanecer en pijama, me molesta peinarme y también me molesta bañarme, estar o no maquillada me da igual. Sin importar lo que haga, este estado de ánimo está adherido a mí. Este humor hace cegar mi “sano” juicio. No quiero ver gente porque me irritaré con facilidad y no quiero discutir por una tontería con gente a la que en verdad aprecio. Sin embargo, tampoco soporto estar conmigo misma. Yo, yo, yo…
Hablo todo el tiempo y mucho, estoy muy conciente de eso, pero eso no significa que sea lo único que necesito. En ocasiones me gustaría salirme de mi misma. Salir de mi mente, mi alma, mi espíritu o aquello que sea esta maldita voz en mi interior. Sí….en verdad quisiera salirme de esta vocecita porque sinceramente estoy harta de mis monólogos. Me pongo a pensar entre las cosas más banales y las más trascendentales unas tras otras. Lo hago tan seguido que suelo confundirme entre cuáles son cuáles. Pero lo peor de todo es que no sólo me preocupo de lo que sucedió, sucede o sucederá conmigo y mi gente, también pienso en la vida de la gente a mi alrededor: gente nunca más veré en mi vida fuera de estos eternos viajes en autobús de México a Puebla o de Puebla a México.
Estos análisis interminables, ridículos, inservibles, agotadores, incoherentes y que sólo dan como fruto más monólogos interminables del mismo tipo. Quisiera experimentar ser alguien más aunque sea por breves momentos. Quisiera saber si lo demás o si al menos alguien más se cuestiona tantas cosas. No tienen que ser necesariamente lo mismo que yo me macheteo o ni siquiera cosas similares, tan sólo quisiera saber si alguien más o preocupa por otras cosas además de las cosas cotidianas ya establecidas.
Esto, lo diré una vez más porque tal vez nunca me canse de decirlo mientras siga pensando que este es el motivo de mi inestabilidad: pienso demasiado. Y al hacer este último juicio, no me refiero a que sean cosas en verdad valiosas para la ciencia o el estudio. Simplemente pienso demasiado y en demasiadas cosas a la vez. En verdad llega a ser agotador (carajo, no puedo ni siquiera escribir esto sin tener presente en estos momentos toda una revuelta en la mente…me siento mareada). Pues si, tal como decía, pensar mucho es agotador pero al mismo tiempo me gusta mucho ser como soy (ahora ven a que me refiero, es aquí donde entra la contradicción…). Me quejo con suma frecuencia de pensar demasiado, pero si tuviera la opción entre pensar demasiado o hacer que todos los hechos de mi vida se me resbalen de la conciencia…sin pensarlo demasiado ( aunque ya sabemos que de todos modos no sería así) elegiría la primera sin duda alguna.
Y bien, después de todo esto he llegado a la simple y mera conclusión de que sigo sin saber que es aquello que me molesta. Ya intenté echarme la culpa, lo cual no fue totalmente fallido, aunque se que no es mi culpa totalmente, pero al menos mi mal humor se ha apaciguado. Ahora sólo me queda un leve dolor de cabeza, un nudo en el estómago, unas nauseas horribles y tener que bajarme del bus para tomar el urbano al centro del mundo.